¿Por qué adaptar los ascensores a personas con alguna minusvalía?
Por mucho tiempo las personas con discapacidades han tenido que adaptar su vida al entorno que les rodea, y esto prácticamente aplicaba para casi todas sus actividades. Y es normal que alguien se adapte a su entorno, pero el problema es que esto ocurría aun si dicha adaptación conllevaba grandes esfuerzos y dificultades.
Si bien era posible que realizaran dicho cambio, lo ideal es que cada persona disfrute del mundo según su condición y capacidades se lo permitan, y el empleo de herramientas y dispositivos no es la excepción. Por ello los ascensores desde hace mucho se están adaptando a las necesidades de este público.
Eliminando cualquier tipo de barrera, sea arquitectónica, económica o mental, los ascensores han cambiado para que las personas con discapacidades puedan sacar el máximo provecho a estos equipos de elevación sin forzar sus límites y disfrutando su uso al 100%, y esto sin importar si su limitación es visual, auditiva, de movilidad o cualquier otra.
¿Son necesarios estos cambios?
Sí, pues los ascensores son una mejora enorme a la accesibilidad y movilización entre plantas en edificios y residencias que debe ser disfrutada por todos sus usuarios. Los cambios deben incluir aspectos que faciliten el control del ascensor, la entrada a estos, su estabilidad y el disfrute de espacio suficiente para cualquier tipo de equipo que utilice una persona discapacitada.
Y en España existen regulaciones jurídicas que actúan en pro de las personas con discapacidades y que residen en viviendas de múltiples plantas o edificios, por lo que literalmente no es una opción, es una obligación el tomar en cuenta a esta población. Estas regulaciones buscan aplicar de forma sencilla el derecho de todas las personas a áreas de accesibilidad adecuadas según sus condiciones.
Si bien las limitaciones arquitectónicas pueden suponer un problema, en edificios privados y públicos existe un factor común, siempre hay espacio y tiempo suficiente para realizar estas adaptaciones. Esto es posible pues, para adecuar un ascensor a las limitaciones de personas con discapacidades no es mucho lo que se requiere en la mayoría de los casos.
La instalación de estos ascensores a la larga termina siendo de provecho para todo el edificio o la residencia donde se realice la adaptación, pues en estética, utilidad y características son casi iguales a otros elevadores, pero su facilidad de uso para personas con todo tipo de limitación y las mejoras en pro de ventajas circunstanciales permiten a los usuarios enfrentar situaciones adversas en todo momento.