Los consistorios y sus ciudadanos
Los responsables de los Ayuntamientos de nuestro país tienen la obligación de facilitarle la vida a sus conciudadanos. Las barreras arquitectónicas suponen un grave problema para los vecinos con movilidad reducida, como ancianos, personas discapacitadas o personas que llevan carros de bebé o carros de compra. Muchas veces el propio desnivel de las ciudades y un urbanismo algo descuidado y desordenado agrava el problema. Por esta razón, es frecuente la instalación de ascensores para salvar alturas y desniveles entre dos calles por ejemplo.
A Coruña, una ciudad más cómoda para vivir
El Ayuntamiento de la ciudad coruñesa ha decidido resolver un problema presente desde hace varios años. Un ascensor salvará el desnivel existente en la Avenida de la Concordia. El consistorio ha preferido instalar un ascensor en vez de escaleras mecánicas por ser menos inclusivas. Además se situará cerca de una de las paradas de autobús; lo que facilitará sobremanera la vida de los vecinos que venían reclamando una solución desde hace varios años.
El ascensor conectará la Avenida A Pasaxe con la calle Ortigueira. En un futuro, está prevista la instalación de un segundo ascensor para salvar otro de los tramos conflictivos de la misma zona. Los vecinos están esperanzados al observar cómo la zona adquiere una nueva imagen. Los comerciantes esperan también la próxima instalación y confían relanzar sus ventas.
Estética y accesibilidad
Con este tipo de medidas, el beneficio para todas las partes es indudable. La imagen de la ciudad mejora sustancialmente y los vecinos pueden disfrutar de una ciudad más accesible y cómoda para vivir. El comercio crece porque es más sencillo transitar por dichas zonas y los visitantes disfrutan cómodamente del paisaje.
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